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Análisis:ESTA SEMANA

Arenas el centrista

Quién le iba a decir a Javier Arenas que, tras su reingreso en la política andaluza, le echarían de menos en la dirección del PP ahora que pintan bastos ante la radicalidad que ha impuesto a la estrategia de este partido el "dúo maligno" formado por Zaplana y Acebes. Conforme al análisis efectuado en este periódico por Soledad Gallego-Díaz, hay en Madrid quien lamenta la nula influencia que tiene Arenas en la marcha real de dicha formación, a pesar de participar en los llamados "maitines", que es como se conoce a las reuniones de los dirigentes populares. O sea, que al final, va a ser verdad eso que aseguraba el político olvereño de que llegaba a Andalucía sin posibilidad de vuelta atrás, después de que los ciudadanos desalojaran al PP del Gobierno de la nación en las pasadas elecciones. Se metía de lleno así en su objetivo de ganar las elecciones andaluzas sin margen para distraerse en otros desafíos que no fuera el de llegar a ser presidente de la Junta.

Y en esas está cuando parece apostar, más que nunca, por el centro político como única vía posible para regresar con el PP al poder. Un mensaje el suyo que casa, desde luego, muy poco con los derroteros por los que transcurre la acción política diaria de su partido en el ámbito nacional pero que cobra valor en una tierra como la andaluza, en la que ya está escrito que ése es el camino más recto que se puede recorrer si es que se pretende recobrar la confianza de los ciudadanos. Debe ser, por tanto, ésta su empresa más inmediata, máxime si se tiene en cuenta la campaña que, esta semana, inicia en Andalucía, en donde se presenta a un PP que aspira a ser "el partido del pueblo" frente al PSOE-A, "que está alejado de los intereses de los ciudadanos, instalado en el palacio y la alfombra", como asegura su secretario general, Antonio Sanz.

De esta guisa se presentará ante su Convención Regional que celebrará en Málaga el fin de semana. Habrá el consabido bombardeo publicitario pero todo será poco con tal de convertir la cita en punto de inflexión en el recorrido de un partido cuyo máximo responsable, Arenas, sigue saliendo malparado en toda encuesta que se realiza en Andalucía. A medida que avanza la legislatura, si se observan bien estos sondeos, se detecta que los andaluces le sitúan cada vez más a la derecha, lo alejan del centro político, un detalle a tener en cuenta ahora que todos se empeñan en situarle en posiciones más templadas.

Además, hace falta que cuiden la escenografía para que no aparezca un Mayor Oreja o un Zaplana ofreciendo la peor cara del PP ante los andaluces a los que han llegado a despreciar con sus intervenciones. Y si esta nueva etapa que dicen estar dispuestos atravesar la acompañan con progresos evidentes en la negociación para dotar a Andalucía de un nuevo estatuto puede, entonces, que estemos, en efecto, ante un cambio de rumbo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de octubre de 2006