La señora Rumí, que es la responsable de la inmigración, publica el artículo Vecindad, en el que supuestamente desarrolla las fórmulas mágicas para afrontar, con lucidez, el problema de la inmigración ilegal y resolverlo a satisfacción de todas las partes concernidas, y no sólo en lo que atañe a España, sino que también se atreve a orientar a toda Europa, a la que achaca el desconocimiento de un problema que, según ella, tiene 500 años de antigüedad. El artículo, a pesar de la cegadora lucidez de Rumí, es una gavilla de tópicos, mal trabados conceptualmente, vacíos. Además, irresponsable e inexacta, apunta que se han solucionado las llegadas incontroladas desde Marruecos, solución que es un "modelo", aunque oculta las alambradas y los tiros; en el caso de Mauritania, Senegal y otros países, a los que dice haber extendido el "modelo" o estar en vías de hacerlo, oculta la fórmula de la corrupción de los políticos de aquellas latitudes. Olvida la secretaria de inmigración a las personas que vienen del Este y del Oeste. ¿Les va aplicar el "modelo"? ¿Va a poner alambradas en los Pirineos y en Barajas?
Señora Rumí, déjese de circunloquios y proponga su política de inmigración.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de octubre de 2006