El nuevo curso comienza en la universidad pública más tranquilo de lo que termino el anterior, un final marcado por la polémica entre el profesorado, los sindicatos, el Rectorado y el Departamento de Educación a cuenta delos sueldos y los complementos salariales de los docentes.
El acuerdo firmado en julio pasado por la consejería, el Rectorado y los sindicatos nacionalistas STEE-EILAS y LAB ha calmado por ahora las aguas. Ese pacto contrasta con el descontento del resto de sindicatos que no firmaron el acuerdo. CCOO quiere reactivar ahora las protestas y la primera medida en ese sentido fue la concentración que convocó el pasado jueves a las puertas de la Facultad de Sarriko en el acto inaugural del curso.
El acuerdo alcanzado supondrá, según destacan sus firmantes, que unos 2.000 docentes e investigadores de la universidad pública más perciban complementos salariales y que los 1.800 profesores que ya los cobraban puedan mejorar sus retribuciones gracias a los méritos de docencia, investigación y gestión.
La consejería de Educación destinará un total de 14 millones de euros para generalizar el pago de estos complementos. Los firmantes se volvieron a reunir el pasado mes de septiembre para analizar el desarrollo de los puntos claves del acuerdo.
"Extinción" sindical
El coordinador de STEE-EILAS Educación, Efrén Pareskurrinaga, aunque contento con el acuerdo porque alcanza a todo el conjunto del personal docente, reconoce sus limitaciones. "No colma todas las demandas porque queda pendiente la equiparación del salario al del resto de la Administración", puntualiza. Por ello, si bien piensa que existe una satisfacción general en el profesorado, incide en que el pacto no les priva de seguir reivindicando nuevas subidas salariales. "De hecho, el acuerdo incluye el compromiso del Gobierno vasco de seguir negociando", añade.
Para Gonzalo Maestro, representante de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de Euskadi, con el acuerdo firmado "no van a llegar nunca a homologarse" los salarios a los de los profesores de enseñanzas medias. Maestro lanza un duro mensaje a los sindicatos firmantes: "Han contribuido a extinguir el sindicalismo en la universidad". Pese a que inicialmente se limitarán a explicar los problemas que, a su entender, plantea el acuerdo firmado, Maestro anuncia "una confrontación fuerte" si el Gobierno no plantea modificar el decreto.
La unidad de todos los sindicatos presentes en la UPV permitió el pasado curso convocar tres jornadas de huelga y presionar con retrasar la firma de las actas de examen si no se cerraba un pacto satisfactorio. La demanda principal de las centrales era un aumento salarial que equiparase al personal docente de la UPV con el profesorado no universitario y el resto del funcionariado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de octubre de 2006