El rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, advirtió ayer de que si el Consell mantiene el proyecto de Universidad Internacional Valenciana "tal y como está", puede olvidarse de la participación de las universidades públicas. Tomás recordó que hace tres años el presidente Camps aseguró a los rectores que la nueva institución sería "de todos". Y propuso las bases para un acuerdo: "Lo que pedimos es que se reformule la VIU -las siglas en inglés, que son las que ha acuñado la Generalitat- en función de lo que es la realidad del sistema universitario valenciano y de la demanda de estudiantes". Y que, al contrario de lo planeado por el consejero Justo Nieto, se articule como una "universidad pública".
El rector salió en defensa de su homólogo en la Jaume I de Castellón, Francisco Toledo. Fue durante la apertura de curso de su universidad, en presencia de Camps, donde se escenificó la oposición académica a la universidad virtual. Y fue Toledo quien leyó el texto de rechazo. Ello llevó al Consell a declarar que la disidencia de Toledo era un hecho aislado, y a calificar sus críticas como "políticas".
Tomás quiso ayer dejar clara su postura: "No sólo fueron palabras argumentadas -las de Toledo-, sino que además expresan un sentimiento colectivo que habíamos debatido los rectores de las universidades públicas en una reunión del 31 de julio".
La Universitat, añadió Tomás, da la bienvenida a la firma del convenio para construir infraestructuras docentes. Aunque la solución semi privada elegida por el Consell "no sea la que más nos hubiera gustado". El rector subrayó que la fórmula aplaza el pago de los edificios, lo que podría "interferir" en las "necesidades de futuro" de las universidades valencianas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de octubre de 2006