España jugó ayer los ocho segundos más largos de la historia. Duraron, no es imposible, trece minutos. La selección femenina de hockey sobre hierba llevaba una hora larga sufriendo, todo llanto y crujir de dientes, frente a las jugadoras australianas, el imponente grupo que la separaba de jugar la final del Mundial de Madrid contra Holanda. España no atacaba. Aguantaba. Hasta que ocurrió lo imposible. Fue a ocho segundos del final. El partido moría sin goles. Y sin oportunidades para España. Entonces, cuando ya no quedaba tiempo, cuando todo había acabado, le señalaron un penalti-córner a favor. No se pudo tirar. No había luz: el estadio del Club de Campo se había quedado a oscuras. Trece minutos después, toallas y sudaderas contra el frío, España falló su penalti. Hubo prórroga. Y gol de oro. Fue australiano: 1-0. España se jugará el bronce contra Argentina (mañana, 14.30).
"Son cosas que pasan", dijo Pablo Usoz, el seleccionador español, cuando le preguntaron por el penalti-córner en el que había marcado Australia, polémico y pitado por la árbitro neozelandesa, 'que eso está tan cerca de Australia', le insinuaron, olvidando que la otra colegiada era argentina. Usoz, un entrenador que ha conseguido un imposible, llegar a las semifinales con las jugadoras de un país anémico de licencias de hockey, insistió en su argumento: "No hay que darle importancia. Es parte del juego. Ellas han aprovechado su oportunidad y no hay que quitar mérito a que Australia juegue la final", analizó. "Nosotros hemos hecho un partido muy bueno. Ahora tenemos que recuperarnos y pensar en el duelo contra Argentina".
España ha vivido todo el Mundial de cara a la pared. En su hotel hay un muro del que cuelga cada foto, cada noticia, cada artículo publicado sobre sus jugadoras. Todavía hay un hueco. Falta la crónica del partido del bronce.
Semifinales: Australia, 1; España, 0. Holanda, 3; Argentina, 1.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de octubre de 2006