El contramaestre Melson J. Bacos, de 21 años, médico en la Armada estadounidense, declaró ayer haber participado junto con siente marines en el secuestro de un civil iraquí, que murió a manos de los militares. Bacos se reconoció culpable de conspiración y secuestro, y accedió a testificar sobre la muerte del ciudadano iraquí, después de que le garantizaran suspender algunos cargos contra él.
Tres de los siete marines están acusados del asesinato del civil, ocurrido el 26 de abril en la localidad de Hamdaniya. Según la acusación, los soldados buscaban a un insurgente y, al no dar con él, secuestraron a Hashim Ibrahim Awad, de 52 años, y le dispararon. Después colocaron un fusil, balas usadas y una pala para simular que había muerto en un enfrentamiento cuando intentaba colocar una bomba. Los acusados podrían ser condenados a cadena perpetua.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de octubre de 2006