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CARTAS AL DIRECTOR

El problema no es el sexo

No creo que la escasa presencia femenina en cargos de responsabilidad se deba a una simple cuestión de discriminación sexual que pueda resolverse con una ley que obligue a los consejos de administración de las empresas a imitar al actual Consejo de Ministros. Si las ministras, además de mujeres, fueran madres de niños pequeños o se encontraran en el proceso vital de formar una familia, quizás Jesús Caldera tendría la oportunidad de apreciar el fondo del problema: interrupciones de las reuniones porque el niño se ha puesto enfermo y los colegios siempre llaman primero a la madre, actos retrasados o suspendidos por las molestias de un embarazo, dieciséis semanas de baja maternal en un puesto en que la sustitución no es tarea fácil...Sobre el papel queda muy bonita la idea de que las responsabilidades de los hijos tienen que ser compartidas por la pareja, pero en la práctica los trabajos bien remunerados por razones de responsabilidad van asociados a horarios interminables.

Entre los veinticinco y cuarenta años, mientras el hombre realiza sin dificultades su carrera profesional, la mujer ve ralentizada su vida laboral en detrimento de su currículo frente al de su compañero ¿La Ley de Paridad va a resolver este problema? Francamente, preferiría una ley que eliminara las desigualdades entre hombre y mujer a la hora de hacer una carrera profesional, empezando por los salarios. Quizás entonces con igualdad de méritos y de experiencia no habría que imponer a la fuerza la receta paritaria.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de octubre de 2006