Es sorprendente que la concesión del reciente Premio Nobel de Medicina a los estadounidenses Craig Mello y Andrew Fire, no merezca ser noticia de portada para este periódico y sólo le dedique media página en páginas interiores. Y todavía es más asombroso cuando a los deportistas se le dedican portadas muy a menudo y no digamos las páginas y páginas que a diario se les concede. Y esto no es más que un pálido reflejo de lo que está pasando en nuestro país, dedicando abundantes páginas deportivas (no digamos en radio y televisión) y muy poco a la ciencia e investigación que, a la postre, serán las que mejoren las condiciones de vida y bienestar de la humanidad.
Por ejemplo, se reciben a algunos deportistas en aeropuertos en olor de multitudes, pero cuando aterriza en nuestro suelo un premio Nobel, por ejemplo de Medicina o de Física, prácticamente llegan de incógnito. En definitiva, así nos va con una investigación a la cola de los países más desarrollados, y unos científicos que se trasladan a otros países porque encuentran un entorno y condiciones más favorables a sus carreras científicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de octubre de 2006