La emblemática torre de comunicaciones de Collserola, un icono de la Barcelona olímpica, se convirtió ayer en una montaña de 115 metros de desnivel con 712 escalones. La final del circuito Gore-Tex Series de carreras de montaña ofreció una espectacular cronoescalada en la que 18 atletas emularon a los participantes de la prueba reina mundial de la modalidad, en el Empire State Building de Nueva York, con 1.860 escalones hasta el piso 102. Los atletas calificaron la carrera de "vértigo". Kilian Jornet ganó con un tiempo de tres minutos y ocho segundos. En mujeres, Stephanie Jiménez tardó cuatro minutos y seis segundos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de octubre de 2006