El sector bancario se ofrece en estos días como alternativa de recambio para mantener la orientación alcista en los mercados de valores en lugar del desgastado sector energético, aunque en esta última sesión no todos los valores bancarios consiguieron avanzar lo suficiente y Repsol YPF recordó a los inversores que no sólo la electricidad es energía.
Empujado por Santander y la petrolera hispano argentina, el Ibex 35 terminó la jornada con un nuevo máximo histórico en 13.234,50 puntos tras sumar el 0,69%. El resto del mercado permaneció casi tan parado como en la jornada anterior, pero el nivel del negocio indica que la inversión vuelve a confiar en el mercado. El Ibex de las empresas medianas subió el 0,45% y el de las sociedades pequeñas el 0,49%.
En esta sesión no hubo datos económicos significativos y los que se recibieron se referían al pasado mes de agosto, casi el siglo pasado para los inversores más activos en esta coyuntura, de ahí que apenas hubiera alusiones al incremento de los inventarios y las ventas al por mayor en Estados Unidos.
La Bolsa de Nueva York reaccionó en forma compleja ante un buen dato económico, pero que anula en parte la imagen de debilidad que había generado la economía de Estados Unidos en las últimas semanas.
El mercado que sí aportó novedades fue el de deuda pública, con incrementos sustanciales en la rentabilidad de los bonos a 10 años en España y Alemania, que alcanzaron el 3,82% desde el 3,77% y 3,76% del día anterior.
La contratación se animó ligeramente en el Mercado Continuo, con 4.573,39 millones de euros, 600 millones más que el día anterior, y 4.005,18 millones en operaciones "abiertas", de los que el 72% se acumuló en ocho valores. Esta concentración apunta hacia la inversión profesional, que busca una liquidez garantizada para esta altura de los índices.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de octubre de 2006