La Bolsa española ha conseguido en esta semana cuatro máximos históricos consecutivos de su principal índice, el Ibex 35, que termina en 13,454,50 puntos y con una ganancia acumulada del 2,30%. En el conjunto del año el Ibex 35 sube el 25,35%.
El tirón de los valores bancarios se mantiene, aunque con las lógicas reservas impuestas por la altura de los precios, y con las aportaciones de Repsol YPF y Telefónica le han dado un impulso suficiente al conjunto del mercado, a pesar de que en algunos momentos de la sesión fue el papel el que llevó la voz cantante y parecía imponerse la retirada.
Los inversores empiezan a asumir los planes del BCE sobre futuras subidas de los tipos de interés en el supuesto de que la economía avance al ritmo esperado, lo que equivale a admitir que, salvo desastres, los tipos de interés volverán a subir en este año al menos una vez más.
En el mercado secundario de renta fija se registró ayer una nueva subida de las rentabilidades de los bonos a 10 años, que se situaron en el 3,85%, movimiento que se considera como una adaptación al incremento casi anunciado del precio del dinero. Aun así, en el mercado de renta variable se coincide con los responsables del BCE en que los tipos de interés están muy bajos, lo suficiente como para no preocupar como alternativa de inversión y sobre todo si los rumores continúan jaleando el mercado de acciones.
Los datos económicos del día llegaron de Estados Unidos y fueron contradictorios, pues la confianza de los consumidores subió con fuerza en octubre -casi tanto como bajó el petróleo- y las ventas al por menor cayeron en septiembre. De paso, la Reserva Federal comunicó el enfriamiento del sector inmobiliario, con caída de precios, descenso de ventas y de la actividad hipotecaria e incrmento del número de viviendas sin vender.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de octubre de 2006