Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Análisis:ESTA SEMANA

Entra en escena Chaves

Se le acumula el trabajo a Manuel Chaves o, lo que es lo mismo, se le abren varios frentes que requieren de su intervención personal. El más acuciante: solucionar lo de la deuda histórica dadas las reticencias que se están encontrando en el seno del Gobierno amigo para solventar este asunto de forma definitiva aprovechando la redacción del nuevo Estatuto andaluz. En Madrid continúan desconociendo la naturaleza del problema y, por tanto, las graves consecuencias políticas que puede conllevar para los socialistas andaluces no contar con una salida airosa a esta asignatura pendiente de cumplir ante su electorado. Parece claro que las presiones ejercidas por el consejero de Economía, José Antonio Griñán, no han surtido el efecto deseado. Un tal Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda, resulta ser el inesperado obstáculo para establecer una respuesta adecuada. Las dotes de persuasión del responsable de las finanzas andaluzas no han sido suficientes de modo que tendrá que ser el mismo Chaves quien tenga que asumir la difícil papeleta de negociar directamente con el ministro Solbes poco dado a estas alturas de la película a hacer más concesiones, sobre todo, si se tiene en cuenta la difícil coyuntura a la que tiene que hacer frente ante la amenaza cercana de que sus Presupuestos se vean rechazados por la oposición. La verdad es que las circunstancias no acompañan aunque puede que un gesto en este sentido favorable a las tesis andaluzas, y por ende, también a IU, quién sabe si puede abrirles las puertas al Ejecutivo para granjearse el apoyo de los izquierdistas en la votación final de dicho Presupuesto.

En cuanto a lo de realidad nacional y el reconocimiento a la enseñanza laica, una vez más, habrá que estar atentos a los movimientos que se efectúen en el PP. Da la impresión de que Javier Arenas se ve abocado a un escenario no esperado por él. Si bien al principio se frotaba las manos al percibir el protagonismo que iba a asumir cuando el texto llegara al Congreso de los Diputados, lo cierto es que, a estas alturas de la película, y tras la irrupción, calculada o no, como elefante en cacharrería, en este proceso por parte de Eduardo Zaplana, se le ponen las cosas muy difíciles hasta el punto de que puede que estemos ante una encrucijada clave, tanto para él como para el futuro del PP andaluz.

A pesar de que desde las filas populares se trasladan mensajes que tratan de tranquilizar a los socialistas que previamente se mostraban muy animados ante la posibilidad de sumar al acuerdo que ya tienen suscrito con IU al PP, crece cada vez más el escepticismo cuando no el pesimismo dada la naturaleza de la fuerza a la que tendrá que hacer frente Arenas, esto es, lo más granado de la derecha española. Puede que tenga la tentación de hacerse el harakiri a modo de Manuel Clavero Arévalo, aunque aquellos que le conoce bien ven imposible que el que fuera brazo derecho de José María Aznar llegue tan lejos. Mientras tanto, no se descarta la tan anhelada foto de hermandad entre Chaves y Diego Valderas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de octubre de 2006