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La campaña electoral en Cataluña

La campaña catalana arranca al rojo vivo

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, pide "juego limpio" a todos los partidos - P El vídeo contra el tripartito producido por CiU contribuye a encrespar los ánimos

Barcelona
La campaña de las elecciones catalanas, que se celebrarán el próximo 1 de noviembre, se inició anoche en un ambiente caldeado. La penúltima polémica, surgida a raíz del vídeo publicitario de Convergència i Unió, es sólo la antesala de la dura batalla que desembocará en el día después. CiU parte como favorita en todos los sondeos, pero los tres partidos que integraron el Gobierno tripartito -PSC, ERC e ICV-EUiA- suman mayoría absoluta también en todas las encuestas. Ayer, coincidiendo con el 66º aniversario del fusilamiento por la dictadura franquista de Lluís Companys, que fuera presidente de la Generalitat republicana, Pasqual Maragall pidió "juego limpio" a todos los partidos.

Con los ánimos encrespados por el duro vídeo de Convergència i Unió contra el tripartito catalán, del que ayer se repartió un millón de copias, Cataluña se sumergió oficialmente anoche en campaña electoral con una apelación al "juego limpio" por parte de los presidentes de la Generalitat, Pasqual Maragall, y del Parlamento catalán, Ernest Benach. Ambos llamaron a la calma después de denunciar TV3 que el polémico vídeo convergente contiene imágenes pirateadas y de que los socialistas hayan enviado mensajes de texto de forma masiva a su militancia pidiendo tirar el DVD a la basura.

Pero la tempestad, lejos de disiparse, arreció ayer después de que el candidato de CiU, Artur Mas, asegurara por la mañana que había "tortas" en los quioscos para hacerse con el DVD, que la mayor parte de periódicos, entre ellos EL PAÍS, distribuyeron como encarte publicitario.

Rajoy: "Tenéis que rebelaros contra el silencio y salir a buscar la Cataluña real"

Mas, ante la acusación de juego sucio: "En el vídeo no hay nada que no sea verdad"

El candidato socialista, José Montilla, no dudó en afirmar que el vídeo está basado "en la manipulación y la mentira", unos elementos de los que, aseguró, los convergentes se "contagiaron" del PP en sus ocho años de pactos. "Es el estilo del PP y de la FAES", remachó el socialista antes de advertir que este es el mismo estilo que CiU imprimirá en el Gobierno catalán en caso de ganar las elecciones. Recordó también que en la elaboración del vídeo Convergència i Unió ha utilizado "sin pagar" imágenes de la televisión pública catalana. "¿Os imagináis qué podrían hacer los convergentes con TV3 si llegan al poder?".

Precisamente, hoy se reunirá en una convocatoria de urgencia el consejo de administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión para averiguar, entre otros temas, cómo se hicieron los convergentes con unas imágenes que TV3 no cedió y que aparecen en el vídeo sin el logotipo de la cadena en sobreimpresión. Ello hace pensar a los socialistas que fue alguien de la propia cadena quien facilitó las imágenes a CiU, a espaldas de sus superiores.

Con todos los partidos acusando a los convergentes de practicar el juego sucio, Artur Mas salió ayer en defensa de su campaña reiterando que en el vídeo "no hay nada que no sea verdad". A su juicio, lo que sí es juego sucio es la "campaña" orquestada tras conocerse que la policía investigaba a Antoni Fernández Teixidó, miembro de su candidatura y ex consejero de la Generalitat, por haber asesorado en sus negocios a un presunto jefe de la mafia rusa detenido en Barcelona.

Quien intentó zanjar la polémica fue el republicano Josep Lluís Carod Rovira, consciente de que bipolarizar la campaña entre PSC y CiU no hace más que perjudicar los intereses de Esquerra Republicana. Por eso Carod dijo que el asunto del vídeo es más propio "de estilos políticos de otras latitudes". Contraponiéndose a este estilo, Carod aseguró que basará la campaña en explicar su programa electoral.

También el Partido Popular, al que algunas encuestas relegan por vez primera al quinto puesto del arco parlamentario catalán, intentó sacar la cabeza haciendo entrar en campaña a su líder, Mariano Rajoy. En L'Hospitalet, y en medio de un gran despliegue policial para evitar incidentes como los de la semana pasada en Martorell, Rajoy pidió a los catalanes que protagonicen una rebelión. "Tenéis que rebelaros contra el silencio, el victimismo y salir a buscar la Cataluña real", dijo.

Lo cierto es que en el arranque de la campaña apenas afloraron otros temas aparte del vídeo. Ni rastro de los elementos que más preocupan a los catalanes según todas las encuestas: inmigración, vivienda y precariedad laboral. El debate social quedó relegado en parte también porque el inicio de campaña coincidió con una jornada de alto valor simbólico: el 66 aniversario del fusilamiento del presidente de la Generalitat Lluís Companys a manos de las autoridades franquistas.

Todos los partidos excepto el PP acudieron a la ofrenda floral en el Fossar de la Pedrera del Castillo de Montjuïc, donde yacen los restos de Companys. El consejero de Relaciones Institucionales del Gobierno catalán y candidato de Iniciativa per Catalunya, Joan Saura, aprovechó para cargar contra el Gobierno central. Saura juzgó "inconcebible e inadmisible que, dos años después de que el Gobierno central se comprometiera a anular el juicio sumarísimo de Lluís Companys, aún no se ha hecho".

Saura se refirió así al compromiso de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de hace dos años en el mismo Fossar en el que durante el franquismo arrojaron a decenas de asesinados. El líder de Iniciativa estuvo acompañado en esta reivindicación por los dirigentes de Esquerra Republicana y de Convergència i Unió.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de octubre de 2006