El capital político de Andrés Manuel López Obrador, líder del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), estará en riesgo, si se confirma la derrota de César Raúl Ojeda, candidato perredista en las elecciones a gobernador del Estado mexicano de Tabasco, celebradas el domingo.
Los resultados oficiales preliminares indican que Andrés Granier, candidato del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), aventaja a su oponente con 80.350 votos, lo que supone una diferencia de 10 puntos porcentuales. Según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, el priista obtiene el 52.92% de los votos, contra el 42.85% de Ojeda. La abstención ronda el 38%.
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Los resultados oficiales definitivos no se conocerán hasta el próximo domingo, aunque Granier se proclamó el domingo por la noche vencedor de la contienda, basándose en las encuestas a pie de urna que le daban entre 11 y 16 puntos de ventaja. En candidato del PRI llamó a su principal adversario a respetar el resultado de las urnas.
Por su parte, Ojeda, de la coalición Por el Bien de Todos, que encabeza el PRD, rechazó las encuestas y anticipó que recurrirá al Tribunal Electoral para impugnar los comicios.
Según los mismos datos preliminares, el PRD encabeza la elección a la Cámara de Diputados local, con 11 escaños, frente a 10 para el PRI. La relación se invierte en los comicios municipales, en los que los priístas obtienen 10 municipios, tres más que los perredistas.
López Obrador dedicó las últimas tres semanas a hacer campaña a favor del candidato Raúl Ojeda en su tierra natal La presencia en Tabasco del líder del PRD aumentó el significado político de los comicios, que algunos presentaron como un examen para el futuro político de López Obrador, después de su derrota en las presidenciales del 2 de julio. Algunos ya anticipan su certificado de defunción política. Como el dirigente del PRI Fernando Moreno Peña, que declaró: "López Obrador es como los elefantes. Vino a morir en su tierra".
Todo lo contrario opina el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, que sucedió en el cargo a López Obrador. El presidente municipal de la capital mexicana rechazó que la ventaja del candidato del PRI en Tabasco pudiera interpretarse como una derrota del movimiento de López Obrador, aunque precisó que el PRD tendrá que asumir su responsabilidad en dichas elecciones, revisar la selección de candidatos, la estructura del partido y el diseño de la política electoral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de octubre de 2006