Hemos leído en la prensa que el Gobierno estudia suprimir la referencia expresa a la homosexualidad y a los distintos tipos de familia, que se incluyen en el borrador del currículo de Educación para la Ciudadanía de la Enseñanza Secundaria, como consecuencia, según parece, de las presiones de la Iglesia católica.
De ser cierta esta noticia, sería sorprendente que después de la reforma del Código Civil en materia de matrimonio, hecha por ley 13/2005, de 2 de julio, el Gobierno incurriese en la contradicción de ceder ahora al poder eclesiástico en un país aconfesional. Nos parece indecente el homofóbico adoctrinamiento de quienes somos gays y lesbianas, queriendo hacer de nosotros moneda de cambio.
Deseamos pensar que hemos entendido mal la noticia, aunque nosotros entender, entendemos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de octubre de 2006