A las cuatro de la tarde del martes fueron incinerados los restos mortales del concejal socialista del Ayuntamiento de Valladolid Ángel Cristóbal, fallecido en la noche del domingo tras una larga enfermedad contra la que llevaba luchando los dos últimos años.
El político, que esta misma semana cumpliría 55 años, deja viuda y dos hijos y un grato recuerdo entre sus compañeros del PSOE, donde tuvo diferentes responsabilidades a lo largo de su carrera. Durante toda la jornada del lunes fueron numerosos los cargos y militantes socialistas que acudieron al tanatorio a despedirle, así como representantes municipales y de la Diputación Provincial, donde ocupaba un escaño como diputado.
Ángel Cristóbal había comenzado su vida profesional en Renfe, en donde participó activamente en el movimiento sindical. En sus orígenes estuvo ligado al sindicato Comisiones Obreras (CC OO), donde militó durante 10 años a partir de 1972, y al Partido Comunista (PCE) que dirigía Santiago Carrillo. En el primer caso, su gestión fue decisiva para la puesta en marcha de CC OO en Valladolid y en la región, mientras que en el PCE fue concejal en la primera legislatura democrática.
Hombre de talante conciliador, fue uno de los artífices del pacto que en el año 1979 llevó a la izquierda al poder municipal en Valladolid, con Tomás Rodríguez Bolaños como alcalde de la capital.
Desde 1991 y hasta su fallecimiento, fue concejal por el PSOE en el Ayuntamiento vallisoletano, cargo que, a partir de 1995, compaginó con el de diputado provincial.
En el Ayuntamiento de la capital castellana, Ángel Cristóbal se ocupó de asuntos relacionados con el urbanismo, las infraestructuras y el medio ambiente.
Además, en el PSOE, fue secretario de Política Municipal de la Comisión Ejecutiva Provincial de Valladolid, miembro del Comité Regional del PSOE de Castilla y León y miembro del Comité Federal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de octubre de 2006