Las lluvias torrenciales que en septiembre causaron estragos en el servicio de Renfe y obligaron a parar la actividad del polígono químico del sur de Tarragona generaron unas pérdidas de 40 millones de euros, según la patronal del sector. Algunas de las empresas tardaron tres semanas en reanudar la actividad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de octubre de 2006