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Crítica:JUEGOS

De negro y con gafas oscuras: Tarantino

Cinco extraños creanun grupo para dar el golpe perfecto, pero algo no funciona como esperaban. Una rata delatora se esconde en el equipo y trabaja desde dentro para denunciarlos a la policía. A partir de este argumento se desarrolla la película que en 1992 dirigió Quentin Tarantino en la que derrochó ingenio y violencia a partes iguales, características que han compartido casi todas sus películas.

La película Reservoir Dogs tiene todos los ingredientes que encajan a la perfección con los juegos de acción, un género con multitud de seguidores. Los encargados de plasmar el espíritu del filme en un juego de acción tridimensional con píxeles, texturas y motores de física han sido los estudios Lionsgate y Volatile.

'Reservoir Dogs'

Distribuidora: Eidos

Plataforma: Windows

Género: Acción

Precio: 49,95 euros

Mayores de 18 años

Internet: www.reservoirdogsgame.com

Con una visión en tercera persona se comienza el juego por el entrenamiento, con tres temas centrales: las armas, el control de masas y la captura de rehenes. Con el entrenamiento de armas se exploran los controles, los tipos de armas y la cobertura, esta última permite colocarse detrás de cualquier lugar seguro y desplazar el punto de mira para acabar con los enemigos sin salir del escondite. En el control de masas se aprende a amenazar a los enemigos con la pistola, además de insultarles, con el objetivo de que hagan lo que uno desee. Para acabar el entrenamiento hay que saber utilizar los civiles en beneficio propio; los rehenes sirven para salir de una situación apurada.

No todo serán tiros y violencia. El juego da la oportunidad de realizar diversas misiones en que está dividido de distintas maneras: como profesional o como psicópata. Si se decide ser un profesional se deberá intentar no derramar sangre innecesaria, normalmente es así como todo el mundo desea acabar el trabajo. Pero si la trama se complica y, para salir airoso, muere un inocente, el apelativo del jugador será otro: psicópata.

Detalles como los niveles de adrenalina del protagonista para ralentizar la cámara, vivir un festival de balas o la introducción de algunas misiones de conducción lo convierten en un título que puede despertar un cierto interés entre los fieles de Tarantino, pero no ganará el premio al mejor juego de acción del año.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de octubre de 2006