Nada más empezar el segundo set, Nadal se metió en problemas. Dos peloteos desacertados, una bola buena que pudo ser mala, y el mallorquín se encontró con que Mardy Fish, su rival de anoche, tenía dos pelotas para romperle el servicio. Fue un espejismo. Un momento de flaqueza. Nadal, dientes apretados en una cara en tensión, cerró el juego, el segundo de la manga, a su favor. Como ya había ganado el primer set, dejó sentenciado el partido: 6-4, 6-2 y a pensar en Tommy Haas, el rival al que se medirá en los octavos de final.
Juega Nadal en Madrid con la presión de saberse querido, de defender título y de competir en un cuadro en el que abundan las raquetas de prestigio. Anda el hombre, además, con el peso de que todo el mundo, desde la organización hasta los espectadores, quiera verle en una final contra el suizo Federer. Nadal, sin embargo, juega con la contundencia de siempre. O parecida. Pega el culo al suelo. Sigue teniendo buenas piernas. Y resta con voracidad, comiéndose la pelota, abalanzándose sin darle tregua. Si algo ha cambiado Nadal es que lo hace todo a mayor velocidad. Saca más rápido. Ataca la red más rápido. Y cierra los puntos al ritmo que marca la pista, como no, rápida. Tiene 20 años. Y sigue mejorando.
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El mallorquín, por ejemplo, ha aprendido a buscar los partidos en las debilidades del rival. El objetivo, se lo ha dicho su amigo Santana, se lo ha repetido su tío y entrenador Toni, es que no se vacíe, que ahorre fuerzas. Viendo que Fish -dos alambres por piernas sujetando un estómago feliz-, no es un atleta, Nadal le buscó en las esquinas. Ahí empezó a deshacerse el estadounidense, que según avanzaba el partido más parecía un ex jugador, agobiado como estaba. Hasta que le llegaron los sudores, Fish ofreció un servicio impactante y unas voleas interesantes. Luego se quedó sin aliento. Flojeó desde el fondo de la pista. Y dejó que Nadal, voraz y a favor de viento, echara la persiana al partido con autoridad.
SEGUNDA RONDA: F. Gonzalez (Chi.)- P. Srichaphan (Tai.), 7-5, 6-7 (5/7) y 6-4. R. Ginepri (EE UU)-M. Ancic (Cro.) 7-6 (7/5) y 7-6 (7/5). K. Vliegen (Bél)- J. Blake (EE UU), 6-4, 3-6 y 7-6 (7/5). T. Haas (Ale.)-D. Hrbaty (Esl.), 6-3 y 7-6 (8/6). T. Berdych (R. Ch.)-A. Calleri (Arg.) 7-6 (7/2) y 6-3. A. Murray (R. U.)- I. Ljubicic (Cro.), 6-4, 3-6 y 6-3. N. Djokovic (Cro.)-R Gasquet (Fra.), 7-6 (7/2), 1-6 y 6-1. R. Soderling (Sue.)-J. Carlos Ferrero, 6-3 y 6-2
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de octubre de 2006