La ejecutiva local de ERC en Vilafranca del Penedès (Alt Penedès) ha presentado la dimisión en bloque en plena campaña de las elecciones autonómicas por las diferencias que mantiene con la dirección del partido acerca de quién debe ser el futuro alcaldable republicano en la localidad. El presidente de la ejecutiva local, Enric Pagès, declinó ayer hacer públicos los motivos de la dimisión "para no hacer más daño a un partido que muchos han defendido durante años".
La ejecutiva actual tendrá que permanecer en sus puestos hasta el 4 de noviembre, pasadas las elecciones autonómicas, día en que una samablea extraordinaria elegirá a los nuevos mandatarios. A pesar de la dimisión, ningún miembro del equipo ejecutivo se ha dado de baja del partido.
El golpe de efecto de la ejecutiva local agudiza la divisón del partido y retrasa la elección del candidato a la alcaldía, del que, a siete meses de las municipales, lo único que se sabe es que no encabezará la lista quien lo ha hecho en los últimos 20 años: Ramon Xena.
Aunque el partido guarda silencio sobre los motivos de la dimisón en bloque, se sabe que la ejecutiva local hizo llegar hace unos días a los militantes de la población una contundente carta en la que se recrimina la actitud de la dirección de ERC que, desde Barcelona, "prefiere la intromisión y la manipulación en detrimento de los resultados de las asambleas". La carta hace referencia a la asamblea local celebrada el 16 de septiembre para escoger el candidato a las municipales del 2007. Sólo se presentó la candidatura de Xena, que pese a estar avalada por la ejecutiva local y representar la corriente mayoritaria, sólo obtuvo 23 votos. Otros 24 militantes, que representan la corriente alternativa, se abstuvieron. El resultado es difícil de interpretar: a juicio de unos, Xena resultó ratificado al ser el único candidato; en opinión de otros no obtuvo la mayoría necesaria.
La carta remitida a los militantes apunta a que la última palabra en esta trifulca la ha tenido la dirección de ERC, que se ha inclinado por prestar su apoyo a la corriente alternativa, pese a ser la minoritaria. La ejecutiva acusa a Xavier Vendrell, adjunto a la presidencia del partido, de intervenir activamente para desbancar a Xena, en lo que interpreta como una flagrante intromisión en la autonomía de las secciones locales de ERC.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de octubre de 2006