La maniobra del Ayuntamiento de Valencia de desviar hacia la Consejería de Educación el retraso de las obras de construcción del nuevo edificio del colegio público de Pinedo se ha vuelto en contra del propio equipo municipal de Educación, que dirige Emilio del Toro. Pese a que la alcaldesa Rita Barberá y el propio Del Toro remitieron el 14 y el 26 de julio, sendos escritos que certificaban que "la parcela de 7.521,5 metros cuadrados pasa a disposición de la Generalitat Valenciana, por acuerdo de la Junta de Gobierno local del 21 de abril", la realidad es que el proceso no estaba culminado, según documentación del área de Régimen Económico de la Consejería de Educación, responsable última de la licitación de las obras.
El trasiego de escritos entre las dos Administraciones -ambas del PP- a manos de representantes del AMPA del colegio, del alcalde de la pedanía de Pinedo y de la consejería [publicados por EL PAÍS el 17-10-2006] derivó ayer en un choque de trenes que obligó a la Generalitat a tomar cartas en el asunto para forzar al Ayuntamiento a "culminar el trámite" en favor de la Consejería de Educación. Según fuentes de ambas administraciones -tanto de la asesora municipal Esmeralda Orero, como la responsable de Régimen Económico de la consejería- "la Junta de Gobierno municipal aprobará hoy un certificado de que el proceso está concluido" para que las obras comiencen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de octubre de 2006