El artículo de Santiago Carrillo sobre Negrín (EL PAÍS, 9 de octubre) hace merecida justicia al último gran defensor de la República traicionada. Más vale tarde que nunca. Asoma en el texto, por otro lado, una confusión de recuerdos, imputable sin duda al largo tiempo transcurrido. No fue Prieto, acérrimo anticomunista toda su vida, sino Largo Caballero, quien planteó la posibilidad de una fusión del PSOE con el PCE. Y Anastasio de Gracia nunca fue presidente del PSOE (en aquella época lo era Ramón González Peña), sino de la UGT. Y por último, el líder a quien en el texto se menciona equivocadamente como Ramón Almoneda fue Ramón Lamoneda Fernández, mi padre, elegido secretario general del PSOE en julio de 1935. Ojalá le puedan llegar estas observaciones, junto con mi aplauso por su artículo, a don Santiago.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de octubre de 2006