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CARTAS AL DIRECTOR

Sobre talas y anegaciones

Me gustaría poder salir al paso de las afirmaciones del señor don Emilio Rabanal en carta publicada el pasado miércoles 18 de octubre (Talas y anegaciones), por la injusta comparación de la situación ambiental de Asturias con los hechos conocidos en los montes de Las Navas del Marqués (Ávila).

Injusta, desproporcionada y falsa comparación. Nos habla de amenazas en la costa asturiana y en sus espacios naturales, justamente en una comunidad que cuenta con más del 34% de su territorio protegido.

No se puede falsear la realidad y pretender ser tomado en serio. Ni hacer creer que tras las siglas que menciona se esconden oscuros organismos tramando operaciones inconfesables.

Deben conocer que POLA significa Plan de Ordenación del Litoral Asturiano, y no se puede hacer pasar un plan de protección por una amenaza, pues, entre otras medidas, contempla una zona de 500 metros, sí medio kilómetro, desde la línea de la costa donde no se puede edificar. Así se protege nuestra costa de tantas edificaciones que presuntamente la amenazan. Ya se sabe, la mejor defensa es la previsión y la planificación; no en vano, Asturias cuenta con la costa mejor protegida de España, significa que algo tendrán que ver las acertadas políticas ambientales del pasado y del presente en nuestra comunidad.

Cuota no es otra cosa que la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio, órgano competente de acuerdo con la legislación para, entre otras cosas, aprobar definitivamente planes urbanísticos. Es la autoridad de la comunidad en materia urbanística. Una garantía, no una amenaza.

Por último, el embalse de Caleao ni es una improvisación ni un asunto desconocido y secreto. Está previsto en el Plan Hidrológico Norte II y sobre él hay un importante debate público en una comunidad, afortunadamente, con agua abundante, pero que tiene problemas de abastecimiento para el 80% de su población por falta de dispositivos hidráulicos. Discutible, sin duda, pero no obedece a trama especulativa alguna y su ejecución depende, justamente, de los estudios y evaluaciones de impacto ambiental, entre otros, que se están llevando a cabo en este momento por el Ministerio de Medio Ambiente.

Asturias es un "Paraíso Natural" y está para ver. Ya que de tomarnos en serio a don Emilio estaríamos en aquella simpática sentencia de Groucho Marx: "Señora, ¿va a hacer caso a lo que ven sus propios ojos o a lo que yo le digo?".

Vengan a Asturias y compruébenlo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de octubre de 2006