Amara, una de las ciudades más importantes del sur de Irak, con unos 350.000 habitantes, ha sido el escenario de una feroz batalla entre milicianos chiíes del Ejército del Mahdi, del clérigo Múqtada Al Sáder, y soldados iraquíes. Los combates han costado la vida al menos a 30 personas.
Hace dos meses, los británicos entregaron a las fuerzas de seguridad iraquíes el control de Amara como prueba de que las cosas mejoraban en el sur de Irak (y también para comenzar a buscar una futura salida). Los enfrentamientos, que todavía continuaban anoche, y la anarquía en la que se ha sumido esta ciudad, situada en la ribera del Tigris, han llevado a los británicos a plantearse regresar en caso de que los soldados iraquíes no sean capaces de controlar la situación. Los combates empezaron después de que la policía iraquí detuviese a varios cabecillas de la milicia radical chií.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de octubre de 2006