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CARTAS AL DIRECTOR

Español en Australia

Leo con interés el artículo sobre El mundo que aprende español, y como docente de la lengua en Australia, coincido con la apreciación de que la lengua española tiene un grandísimo futuro en esta parte del mundo. El interés por la cultura hispana, en todas sus vertientes y expresiones, es notable y debiera por ello influir en las autoridades a la hora de destinar mayores recursos a la enseñanza de la lengua en este país.

Lo que el artículo no explica -ignoro si el libro, el cual no he podido leer por motivos evidentes, lo menciona- es la pésima situación a la que se ha visto abocada la enseñanza de la lengua en Australia, donde el intrusismo profesional, el amiguismo, la incompetencia y la ignorancia están a la orden del día. Cualquier persona de habla hispana puede pasar por ser un especialista, sea cual sea su formación o falta total de ésta. Hace unos años yo me mesaba los cabellos que no tengo cuando mi superior se empecinaba en enseñarles a sus estudiantes a pedir un bocadillo de "paquete" (sic) en una cafetería española. La misma persona dio una tarde una clase magistral sobre las oraciones subordinadas casuales... y bien pudiera añadir muchos más ejemplos de desvaríos, desmanes y despropósitos. No está de más pedir el apoyo de autoridades, colegas y expertos peninsulares, para que los que hacemos el esfuerzo de difundir la hermosa lengua de Cervantes en Australia no tengamos que soportar la ineptitud que nos rodea a diario en forma de intrusismo carente de profesionalidad.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de octubre de 2006