Los viajeros del tren Barcelona-Milán son sometidos a un mínimo de tres controles policiales, uno por cada país que cruza el convoy. A la izquierda, varios subsaharianos son rechazados en el control de la estación barcelonesa de Francia. A la derecha, tres subsaharianos obligados a descender del tren en Bardonecchia (Italia).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de octubre de 2006