Ni la todopoderosa obra de la M-30 pudo con la furia de la naturaleza. La lluvia incesante del pasado viernes rompió un dique del Manzanares e inundó una de las zonas en obras: la conexión del tramo soterrado de la M-30 con el nuevo túnel en el que se ha convertido la avenida de Portugal. Grúas, camionetas y apartaje vario quedaron semisumergidos ante los ojos atónitos de los operarios, que se han pasado el fin de semana achicando agua y retirando barro.
Toda la secuencia fue grabada por un videoaficionado y contemplada in situ por miles de conductores que circulaban en ese momento por la M-30. El Ayuntamiento tuvo que enviar agentes de movilidad a regular el tráfico, porque los conductores se quedaban pasmados con el espectáculo y ralentizaban la marcha. Las imágenes fueron emitidas ayer en los informativos de Telemadrid.
La inundación se produjo a media tarde del viernes. Los operarios trabajaban y la lluvia arreciaba. De repente, un dique se rompió y el río empezó a desbordarse sobre la zona de obras. Las máquinas fueron desapareciendo bajo el agua, que entró incluso en el túnel recién terminado. "Fue muy espectacular, pero no afectará a la marcha de los trabajos. Simplemente hubo que parar el fin de semana para vaciar el túnel", explicó un portavoz municipal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de octubre de 2006