El día 23 de octubre de 2006, su periódico publica en la sección de Educación un artículo titulado Dejar la carrera tiene un precio, referido al abandono de los estudiantes universitarios. Le ruego que me permita aclarar que las cifras que se señalan en la infografía con datos de la Conferencia de Rectores, para la UNED no reflejan la realidad de nuestra universidad. Como es bien sabido, el perfil de nuestros estudiantes difiere del alumnado de las universidades presenciales: casi el 70% tiene un trabajo remunerado y responsabilidades familiares, con una edad media próxima a los 34 años. La mayoría se matricula con el firme propósito de realizar sus estudios en un periodo de tiempo que se ajuste a esas ocupaciones laborales y familiares. En función de estas ocupaciones, algunos los dejan temporalmente y vuelven a retomarlos pasado algún tiempo.
Sensible a estas circunstancias, la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) acordó, conforme a criterios aceptados universalmente, establecer en cuatro cursos el periodo para contabilizar el abandono. De acuerdo a este criterio, para la cohorte del curso 2001-2002, las cifras de abandono computadas en el curso 2005-2006 son las siguientes: en Humanidades, del total de 7.183 estudiantes matriculados por primera vez, han abandonado el 36%; en Ciencias Sociales y Jurídicas, de 26.681 estudiantes, han abandonado el 43,14%; en Ciencias Experimentales, de 1.325 matriculados, han abandonado el 45,58% y en Enseñanzas Técnicas, de 7.117 matriculados, han abandonado el 49,11%.
Es frecuente que en los análisis comparativos entre universidades se olviden las peculiaridades de la UNED, lo que proporciona una imagen distorsionada de nuestra realidad. Aunque esas cifras de abandono son equiparables a las del resto de las universidades, sobre todo a las que tienen un número elevado de estudiantes matriculados, la UNED ha puesto en marcha un plan integral contra el abandono que incluye actividades de acogida, análisis de las titulaciones y asignaturas más difíciles de superar y seguimiento de los estudiantes con especiales problemas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de octubre de 2006