Siempre resulta estimulante descubrir nuevas cosas y nuevos fotógrafos. Mientras muchos de los que sobrepasan los 50 caen en el olvido, van emergiendo nombres e ideas diferentes. Generalmente, son gentes con una formación académica más sólida que aquellos que les precedieron en su actividad gráfica. En Vitoria, y dentro de la programación Ayudas a la Creación, he encontrado casi por azar en Montehermoso la exposición de Ibon Sáenz de Olazagoitia (Vitoria, 1972), que responde a muchos de los parámetros de los nuevos creadores. Titulada Accidentes cotidianos, quizás el nombre se preste a cierta confusión. Más que accidentes propiamente dichos, se trata de retazos de imagen tomados de la vida cotidiana sin hilo conductor especialmente claro. El propio autor señala que plantea un viaje a modo de deriva. Son momentos y situaciones en diferentes ciudades y lugares desprovistos de continuidad espacial o temporal. El curioso resultado nos abre una ventana desde la que se contempla un espectáculo pintoresco.
La obra de un autor, independientemente de su especialidad, refleja generalmente su biografía y vivencias. En este caso tenemos a un licenciado en dos especialidades de Bellas Artes que, tras otros cursos y talleres, corona su currículum con un máster en Arte y Tecnología por la Universidad Europea de Madrid. Ha sido becario de la Diputación de Álava y merecedor de algún accésit en concursos a los que se ha presentado. Todo resulta un tanto disperso, como su actividad. Deja claro que trabaja como fotógrafo, pero también como artista multimedia, diseñador gráfico o videojockey.
Este batiburrillo de actividades se refleja en el trabajo que presenta ahora en Montehermoso. El peso principal recae sobre las fotografías pero pueden encontrase vídeos, carteles, vinilos y otros recursos. Así, nos encontramos con escenas de la matanza de un cerdo, una caja de botellas, retratos de personajes en fiestas, un cementerio, un perro que parece leer un cartel en el suelo de alguien que pide limosna para comprar whisky, una playa, vendedores callejeros, el casco de un vikingo o un vídeo de una pareja metida en años hablando de la guerra civil.
Contemplar estas ansias innovadoras, este caos disparatado extraído de la experiencia vivida, desemboca al final de la visita en una solemne sonrisa cargada de ironía en la que el espectador se pregunta adónde vamos.
Accidentes cotidianos. Ibon Saenz de Olazagoitia. Centro Cultural Montehermoso. Fray Zacarías Martínez, 2; Vitoria. Hasta el 12 de noviembre. Horarios: de martes a viernes, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00; sábados, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00; domingos, de 11.00 a 14.00; lunes, cerrado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de octubre de 2006