El candidato del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) a la Generalitat, José Montilla, se postuló ayer como el "único" que "puede ser presidente de un Gobierno progresista y derrotar a Artur Mas y a la derecha", y alertó de que todos los votos de progreso que no vayan al PSC "pueden favorecer el triunfo" de Convergència i Unió. Con estas palabras, hizo de nuevo un llamamiento al voto útil de la izquierda, tratando de pescar votos de la coalición ecosocialista ICV-EUiA.
En un acto de apoyo a Montilla organizado por Ciutadans pel Canvi (CpC) y la plataforma Montilla President, el candidato socialista se mostró contundente: "Con toda la modestia: el único candidato que puede ser presidente de un Gobierno progresista y derrotar a Artur Mas y a la derecha soy yo", recalcó Montilla.
Según el candidato del PSC, "todos los votos de progreso que no vayan al PSC pueden tener muy buena intención pero pueden favorecer al triunfo de la derecha", por lo que dijo que necesita "todos los votos progresistas", ya que es, dijo, "el primer interesado en que CiU no vuelva al Palau de la Generalitat".
Montilla se presentó de nuevo como la "garantía de la continuidad del cambio", tal vez no en solitario, aunque ha matizado: "Sin nosotros, el cambio se detendrá". "Otros pueden ayudar, pero no son garantía de detener a la derecha", dijo el candidato socialista en referencia a Esquerra Republicana e ICV-EUiA.
Votar en clave catalana
Por su parte, el candidato de CiU, Artur Mas, reclamó de nuevo el voto de aquellos electores que, pese a no comulgar "al 100%" con la federación nacionalista, desean un "Gobierno fuerte y con liderazgo" al frente de la Generalitat tras el "fracaso del tripartito".
Mas realizó un maratón de entrevistas radiofónicas en las que alertó de la "herida" que sufriría Cataluña en caso de que CiU, a pesar de ganar por goleada las elecciones del 1-N, fuera otra vez "enviada" a la oposición. "Si ganamos las elecciones, tenemos derecho a formar gobierno, y si no nos dejan formar gobierno incluso ganando las elecciones, evidentemente, en este país se produciría una crisis política, porque CiU llegaría a la conclusión de que haga lo que haga, aun portándose bien cuando está en la oposición, no se la deja gobernar. La crisis no sería solamente política, habría también una repercusión social", advirtió en una entrevista a Catalunya Ràdio.
CiU también planteó ayer la necesidad de fijar por ley el tope máximo de alumnos de origen extranjero que las escuelas públicas podrían acoger por aula. "Hemos de ir hacia un sistema educativo en el que existan unos límites desde el punto de vista de capacidad de acogida", Mas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de octubre de 2006