Hay músicos que invierten su tiempo y su carrera artística en investigar, en innovar, en intentar dar con nuevos sonidos. Otros, en cambio, basan su propuesta en la revisión de antiguas fórmulas, sin ánimo experimental y sí mucho afán de diversión. Éste segundo es el caso de Diamond Dogs, conjunto sueco que recupera sonidos inmortalizados por bandas como The Faces, con Rod Stewart al frente, y que se encuentra en plena gira por diez ciudades españolas, presentando las canciones de Up the rock (Bittersweet Recordings-Dock), su nuevo disco. Hoy tocará en Bilbao, en la sala Kafe Antzokia (21.30; 18 euros).
La nueva entrega contiene una docena de canciones que satisfará a los amantes del rock and roll más básico, y de mitos como The Rolling Stones y Johnny Thunders, con un sonido estereotipado en el que arreglos de teclado y saxofón refuerzan el regusto clásico de los nítidos riffs de guitarra. El productor, Thomas Skogsberg, ha buscado recrear el ambiente de ciertos discos de David Bowie y del glam británico de los años setenta, y el resultado es una nueva muestra de que sus intérpretes son músicos apasionados y sus canciones claros ejemplos de música hecha por y para fans del rock and roll al boogie.
Diamond Dogs se formó en 2000 como proyecto paralelo a bandas escandinavas como The Hellacopters, The Soundtrack Of Our Lives y Maryslim, y hasta ahora ya ha publicado seis elepés, uno de ellos junto al vocalista estadounidense Jeff Dahl. En estos años ha experimentado varios años cambios en su formación, pero el hecho de que le cueste asentar una definitiva no parece preocupar a Sulo, su cantante y compositor principal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de noviembre de 2006