El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, decidió ayer separar del servicio a los tres marineros -dos hombres y una mujer- implicados en un vídeo de contenido sexual grabado a bordo del petrolero Marqués de la Ensenada y difundido a través de Internet, según informó el Ministerio de Defensa.
La separación del servicio, -que supone la expulsión y la pérdida de todos los derechos militares adquiridos, salvo el empleo (grado) y los derechos pasivos no consolidados- fue propuesta al ministro por el Consejo Superior de la Armada, que reúne a todos los almirantes en activo, ya que éste es el único competente para aplicar la máxima sanción disciplinaria.
Los marineros han sido considerados responsables de una falta consistente en cometer "actos gravemente contrarios a la disciplina, servicio o dignidad militar, que no constituyan delito".
El vídeo -que muestra imágenes de una fiesta y concluye con actos de sexo explícito entre la marinera y uno de los marineros- fue grabado en noviembre de 2005, en la travesía de regreso de unas maniobras, pero no se conoció hasta mayo pasado, cuando el marinero que lo grabó difundió las imágenes a través de Internet y la marinera afectada denunció el caso ante los juzgados de Cartagena para forzar la retirada de la filmación.
La demanda judicial no logró que se paralizara la distribución del vídeo, más bien al contrario, y tampoco, según los expertos, es fácil que se pueda probar el origen de su difusión, al haberse empleado un programa de intercambio de archivos informáticos.
Además, algunas circunstancias identificativas de la marinera -como su nombre o estado civil- fueron ampliamente difundidas, al contrario de lo que ha sucedido con los marineros.
Los tres expulsados han estado suspendidos de empleo desde que el caso saltó a la luz pública. No se conoce que ningún mando haya sido sancionado por la celebración de la fiesta, en la que se habría consumido abundante alcohol, según los implicados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de noviembre de 2006