HA ANUNCIADO TONY BLAIR el fin del mundo: se derretirán los polos, crecerán los océanos, avanzarán los desiertos, los ríos devendrán pedregales, y cien mil desgracias más... Vale, pero ¿bajará el euríbor? En España, mientras no nos toquen el precio de la vivienda, como si vienen siete plagas de langosta. El cambio climático: no nos lo hemos tomado en serio durante la última década, y pretenden que nos lo tomemos en serio justamente ahora que sólo quedan diez años para el fin del mundo.
En diez años empiezan las desgracias. Las que anuncia Tony Blair son bastante parecidas a las que han anunciado otros antes. Por ejemplo, la ministra Cristina Narbona hace catorce meses. Pero lo dice Narbona, y todos sonreímos y pensamos: qué tía más pesada. Lo dice Tony Blair y pensamos: Dios mío, seguro que es verdad y encima sube el euríbor. ¿Por qué nos tomamos en serio a Blair, y a Narbona a chirigota? ¿Quizá porque Narbona es una tía y sólo nos tomamos en serio a los tíos? ¿Quizá porque Blair es extranjero y sabe inglés? No, señor. Nos tomamos a Blair en serio porque sabemos que Blair, si se tercia, bombardea países. No es persona de jijí jajá. Lo mismo que ahora dice Blair del fin del mundo, te lo dice un hippy como ZP y te dan ganas de darle cinco euros para un café (en la T4). La ministra Narbona se quejaba amargamente esta semana: "Yo ya lo dije y nadie me hacía caso. Muy mal la sociedad".
¡Imagínense que hay gente que piensa que Aznar tenía más fondo del que tiene ZP! Ya es pensar que Aznar tenía fondo
Ay, Tony Blair, Tony Blair... Este hombre, al que nuestro castizo Bono calificó de "gilipollaj integral", ha puesto en la agenda política europea dos debates de cierta envergadura: el de la tolerancia con los integristas islámicos, y, ahora, el cambio climático. ¡Por todos los gilipollaj integralej! ¿No recuerdan cuando Tony Blair irrumpió en escena en Europa y parecía un político sin fondo y de escaso peso? Y ahora parece uno de los líderes de Europa con más enjundia. Una de dos: o nos acostumbramos a los políticos y acaban pareciéndonos listos, o es que vamos para atrás. ¡Imagínense que hay gente que piensa que Aznar tenía más fondo del que tiene ZP! Ya es pensar que Aznar tenía fondo. Cada vez que oigo o leo a alguien comentar la pobreza intelectual de ZP, me viene como un rayo aquel fabuloso discurso de Aznar y los niños: "A mí me gustan mucho los niños, los niños son muy importantes, yo tengo tres niños". Verdades como puños. La pobreza intelectual es como la material: depende de con quién comparemos. Además, son ganas de medir. Estamos todo el rato midiendo. A ver quién tiene la pobreza intelectual más larga.
Total, además, se acerca el fin del mundo... Lo mejor del cambio climático es que el mar arrasará la costa. A tomar por saco las urbanizaciones enloquecidas. Veremos a alguien por las playas a caballo, como Charlton Heston en El planeta de los simios. Y a lo lejos se divisará, hundido en la arena, un rascacielos. Lo que pasa es que el jinete será Eduardo Zaplana, que en lugar de echarse a llorar, como Charlton Heston, saltará del caballo y dirá: "Esto lo refloto yo en un plis plas. Venga, ¡a urbanizar!". Cuestión de carácter.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de noviembre de 2006