La Fira de Tots Sants de Cocentaina cerró ayer sus puertas con un balance más discreto que en anteriores ocasiones. La lluvia condicionó la edición de este año y restó visitantes a los expositores que no superaron este año los 600.000 que estuvieron en Cocentaina en 2005, según los organizadores. El alcalde de Cocentaina, Joseph Marset, le puso buena cara al mal tiempo y aseguró que pese a la lluvia y el frío el público ha sabido responder a la oferta de este año de la Vila Condal. "Aunque en menor medida los comerciantes han seguido realizando gestiones. Ha habido mucha actividad comercial", dijo. Los comerciantes lograron recuperar esta actividad ayer domingo después de que la intensa lluvia caída el jueves y viernes obligase a cerrar más de la mitad de los expositores.
La meteorología también obligó a suspender los espectáculos en la calle en el Mercado Medieval y Zoco Islámico, de animación y a trasladar el tradicional de monta y doma y las partidas de raspall. El público respondió a la oferta de producción agrícola y energética respetuosa con el Medio Ambiente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de noviembre de 2006