El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ya admitió en esta legislatura que fue "un error" la inclusión en el Pacto del Tinell de una cláusula que vetaba cualquier pacto de gobernabilidad con el Partido Popular. Las tres formaciones de izquierda tomaron buena nota de esta opinión y en el acuerdo programático que están negociando el PSC, ERC e ICV se evitará una referencia de este tipo con la intención de no excluir a ninguna formación política de posibles entendimientos. Además, el panorama político español es diametralmente opuesto al de noviembre de 2003, cuando gobernaba el Partido Popular de José María Aznar con mayoría absoluta.
Equipos de las tres formaciones negociaban ayer el contenido del programa que debe aplicar el nuevo Gobierno catalán, con el objetivo de evitar lo que consideran el principal error del Pacto del Tinell, que superponía tres propuestas programáticas de izquierdas pero sin un elemento cohesionador. Así, el pacto "hablará de políticas y no de política", señaló ayer de forma elocuente uno de los negociadores.
Como subrayó ayer el futuro presidente, José Montilla, el Ejecutivo se esforzará en no cometer los errores del pasado. Y en eso está enfrascado cada equipo. Por ejemplo, se adjuntará al programa un protocolo de actuación interna, no necesariamente escrito, para gestionar los desacuerdos entre socios. Para minimizarlos de entrada, el programa se referirá a políticas concretas en lugar de referirse a planteamientos generales. También se dejará clara la jerarquía del Gobierno no sólo con el presidente y el vicepresidente, sino también destacando, en un tercer nivel, a otros tres pesos pesados en el Ejecutivo: el socialista Antoni Castells (Economía), el republicano Joan Puigcercós (Gobernación) y el ecosocialista Joan Saura (Interior y Relaciones Institucionales).
Vicepresidencia
Convergència i Unió puso en duda ayer la legalidad de crear un cargo como el de vicepresidente, no reconocido legalmente en el nuevo Estatuto, que prevé tan sólo el de primer consejero. Catedráticos de Derecho Constitucional consultados por este periódico también cuestionaron esta figura, aunque apuntaron que una futura ley del Gobierno catalán podría ser un instrumento válido para cubrir este vacío legal. Hasta entonces, recomendaron que la vicepresidencia tenga únicamente un rango protocolario y esté adscrita al Departamento de Presidencia. Ésta es la solución que tienen en mente las fuerzas del tripartito, según admitieron fuentes republicanas.
Pero los nombres de quienes se situarán al frente de cada cartera del Ejecutivo no se conocerán hasta que los equipos negociadores cierren el compromiso de gobierno. Los tres partidos están concentrados todavía en delimitar las áreas de gobierno y las competencias que asumirá cada departamento, habida cuenta de que Montilla quiere adelgazar la estructura administrativa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de noviembre de 2006