La escultura Argi Horma ("Pared clara"), colocada en el cementerio de Hernani, rinde homenaje desde ayer a las 200 personas fusiladas en esa localidad en el otoño de 1936, en plena guerra civil. Representantes del Gobierno, la Diputación guipuzcoana y el Ayuntamiento de Hernani inauguraron el monumento en recuerdo a los asesinados en uno de los actos más represivos que se vivió en Euskadi tras la ocupación por las tropas golpistas. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró durante el acto que "la construcción de la paz en Euskadi" es el "mejor regalo" que se puede ofrecer a los homenajeados. En la imagen, dos familiares de un fusilado repasan los nombres inscritos en el monumento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de noviembre de 2006