Para nadie es un secreto que una de las críticas que más molesta al PSOE de Andalucía en general y a su secretario general y presidente de la Junta, Manuel Chaves, en particular es oír el reproche desde los escaños de Izquierda Unida que tienen una política social de izquierda paniaguada. Tampoco es una sorpresa que este tema sea el preferido por Izquierda Unida para criticar y distanciarse del Gobierno socialista.
La competición sobre cuál de las dos formaciones defiende mejor ese espacio ideológico volvió ayer al Parlamento autonómico, cuando la portavoz de IU, Concha Caballero, apremió al socialista Manuel Chaves a marcar de manera urgente un "calendario de puesta en marcha" de los 21 nuevos derechos contemplados en el futuro Estatuto.
Caballero esgrimió los datos menos fotogénicos del Ejecutivo -como el de que tan sólo se han presentado 232 solicitudes de ayudas para el cuidado de personas mayores de las que se han abonado 63- o la tardanza de la ley de inclusión social para sacar los colores a "un gobierno presuntamente de izquierda" con una política de "beneficencia".
A esta crítica respondió Manuel Chaves con una lista de medidas en educación (gratuidad de los libros de texto) o sanidad (dentista de cabecera, chequeo médico gratuito para los mayores de 65 años, segunda opinión médica) que es, dijo, "la seña de identidad" del Gobierno socialista andaluz. "Lo que es inexistente no es la política social, sino su rigor", replicó Chaves a la portavoz de IU. "No es política social aquella que desconecta con la realidad. Los valores de la izquierda es la que favorece la igualdad de todos y usted se limita a un 1% de la población".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de noviembre de 2006