En 1756 una docena de carteros empezaron a recorrer las calles de Madrid. Estos repartidores urbanos ya eran funcionarios de Correos. Cuando acabe este ejercicio, el operador postal tendrá más de 69.000 trabajadores fijos y 5.000 fijos discontinuos, para sustituciones y reforzar las épocas de más trabajo, como la Navidad.
Este oficio ha cambiado con los tiempos. Los primeros carteros realizaron su trabajo andando, luego fueron en mulo y a caballo, para acabar en Vespa y en coche. La tecnología ha llegado y ya utilizan unas 2.400 agendas electrónicas.
Pese a la gran utilización de Internet, el envío de cartas se mantiene. Según la Memoria de Correos, en 2005 se repartieron 5.400 millones de objetos, sólo un 3% menos que en 2004. Otras fuentes apuntan que el número de cartas se incrementó en este periodo.
Hasta la entrada en vigor de este decreto, un total de 38.000 empleados se dedican a la distribución de objetos. El operador cuenta con 12.800 vehículos para el transporte y distribución de envíos.
Sólo las motos recorren a diario más de 340.000 kilómetros. Es decir, dan la vuelta al mundo nueve veces cada día.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de noviembre de 2006