Los nacionalistas de CiU elevaron ayer el tono de sus acusaciones contra las formaciones de izquierda catalanas y, tras hablar esta semana de "engaño" a la ciudadanía, ayer el secretario general de la federación, Josep Antoni Duran Lleida, señaló que la reedición del tripartito suponía "un cierto fraude". "Se ha dejado fuera del Gobierno a la fuerza política con más diputados y que ha ampliado la diferencia en escaños. Se está haciendo presidente a una persona que ha obtenido los peores resultados", criticó Duran en declaraciones a la emisora Catalunya Ràdio.
Tanto Duran como el líder de CiU, Artur Mas, recordaron la dimisión del secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, después de que los republicanos perdieran la mayoría en ambas cámaras "y aquí, como consecuencia de la pérdida de votos y escaños del PSC, se hace presidente a su dirigente. Es la diferencia", comentó el líder democristiano.
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La afirmación de los nacionalistas provocó el enfado de los dirigentes del PSC. Antoni Castells, número dos de la lista, manifestó que los dirigentes de CiU "se están pasando de la raya" al cuestionar la "calidad democrática" del pacto entre socialistas, Esquerra Republicana e Iniciativa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de noviembre de 2006