La intervención arqueológica que se desarrolla en tres calles del centro de Málaga ha revelado la existencia de un gran barrio musulmán fuera de la medina que data de los siglos XI y XII con restos de viviendas y trazados de calles en una parcela donde se construirán dos hoteles y otros comercios.
Los trabajos que la empresa Arqueosur lleva a cabo en las calles Calvo, Cerezuela y Segura, dirigidos por la arqueóloga Sonia López Chamizo, han puesto de manifiesto el gran desarrollo urbanístico que se produjo durante la Baja Edad Media en los extramuros de la medina de Málaga con la creación de arrabales, barrios fuera del centro de la ciudad. Según la arqueóloga, el interés de este yacimiento radica "en los datos que aporta sobre el estilo de vida de la población" que se concentraba fuera de la villa musulmana.
Debajo de construcciones de los siglos XVI y XVII, se extienden los restos de los arrabales que ocuparon el oeste del río Guadalmedina; espacios perfectamente ordenados, con trazados de calles y edificios de tendencia ortogonal y con una completa red de saneamientos e infraestructuras.
En dicho solar se han hallado partes de casas musulmanas, algunas deterioradas por construcciones modernas y contemporáneas, pero hay una vivienda que ocupa todo un área de excavación con un patio desde el que se accedía a varias habitaciones pavimentadas con losetas cuadradas de barro. López señaló que "es tan importante documentar un barrio que excavar un foro o una mezquita", de ahí la necesidad de profundizar en esta secuencia arqueológica.
Cuando concluya la actuación de los arqueólogos, se emitirá un informe a la Gerencia de Urbanismo y la Junta de Andalucía para que determine el interés del yacimiento y si debe gozar de una figura de protección.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de noviembre de 2006