Ya está: nuevo ministro de Industria y Energía, nuevo intento de las eléctricas de alterar el recibo de la luz. Hay que felicitar a los gestores de esas compañías por su eficiente labor. Acabo de escuchar en la radio al ministro Clos decir que van a indexar (o sea, relacionar) el coste de la energía para producir la electricidad con el precio del recibo, como sucede con las gasolinas, y que así podrá subir o bajar el precio de la electricidad según lo hagan los precios de las energías de origen.
Me he quedado perplejo, porque no consigo imaginar cómo lo van a hacer y quién. Porque mientras que las gasolinas dependen de una única fuente, que es el petróleo, la producción de electricidad depende de múltiples fuentes energéticas. A saber: el gas natural en las centrales de ciclo combinado, el carbón o el gasóleo en las térmicas, el uranio en las nucleares, el viento en las eólicas, el desnivel o la velocidad del agua en las hidráulicas, el sol en las de células fotovoltaicas, etcétera.
Difícil panorama para transmitir credibilidad al consumidor sobre la influencia en el precio del recibo de la luz de las variaciones del de la energía de origen.
Sobre lo que sí sería interesante que actuara el ministerio es sobre la influencia en el recibo de la luz de la calidad en el servicio, ya que en el mercado existen dudas sobre el fiel cumplimiento de la legislación por parte de las eléctricas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de noviembre de 2006