Regalaron artesanía, hicieron demostraciones de trabajos en cuero y madera e incluso pretendían llevar música en vivo, pero la lluvia se lo impidió. Todo para exigir que el mercado de artesanía que el paseo de Recoletos lleva acogiendo desde las últimas 18 navidades no se traslade a la plaza de España, como quiere el Ayuntamiento.
Unos 40 artesanos realizaron ayer la tercera protesta en contra de los planes municipales. La feria, que tiene 300 casetas y el año pasado recibió unos 300.000 visitantes, se celebrará entre el 20 de diciembre y el 5 de enero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de noviembre de 2006