El último informe de Naciones Unidas sobre la situación en Irak calcula que en octubre pasado murieron 3.709 civiles iraquíes de forma violenta, la mayor cifra registrada en un mes desde marzo de 2003, fecha de la intervención militar de EE UU.
Por otra parte, la ministra británica de Exteriores, Margaret Beckett, afirmó ayer en el Parlamento que "los progresos de las operaciones actuales" en la provincia de Basora, donde se concentra el grueso de los 7.200 soldados británicos desplegados en Irak, dan "confianza" a su Gobierno para pensar en un traspaso de poderes antes de primavera. Beckett adelantó que en la también provincia meridional de Maysan, Londres espera devolver el control al Ejecutivo iraquí en enero próximo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de noviembre de 2006