Manuel Fraga se dirigió ayer en el Senado a una reunión sobre el estatuto de autonomía de Andalucía pero, al abrir la puerta, en vez de papeles encontró una tarta sobre la mesa. El supuesto encuentro de trabajo fue la excusa utilizada por los senadores del PP para darle al fundador del partido una sorpresa en el día de su 84º cumpleaños. El veterano político, que recibió como regalo un facsimil de la Constitución de 1812, zanjó la fiesta-sorpresa en cinco minutos. Después de agradecerles el detalle a sus compañeros, Fraga les recordó su apego al trabajo y, acto seguido, regresó a su despacho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de noviembre de 2006