El Gobierno italiano apeló ayer a "la moralidad" de los dirigentes del Museo J. Paul Getty de Los Ángeles para exigir que devuelvan "las 46 piezas robadas" que mantienen en exposición. El ministro de Bienes Culturales, Francesco Rutelli, no dio por definitiva la ruptura de negociaciones anunciada el miércoles, por carta, por parte del director del museo, Michael Brand, y declaró que seguiría presionando "por la vía del diálogo" antes de entablar un pleito internacional o, más probablemente, decretar un embargo contra la institución californiana.
Rutelli, que tiene previsto viajar a EE UU la semana próxima, dijo que el Metropolitan de Nueva York, el Fine Arts de Boston y otros museos y coleccionistas estadounidenses han restituido ya las piezas robadas en Italia por "contrabandistas y saqueadores de tumbas". "Creo que cuando vean que los demás museos se comportan de forma razonable, y obtienen de Italia importantes obras en préstamo, los directivos del Getty reflexionarán", comentó el ministro.
De las 52 obras inicialmente en litigio, Italia renunció a seis tras comprobar que procedían de otros países. El miércoles, por carta, el Museo Getty se dijo dispuesto a devolver 26, pero no las demás, entre las que figuran las más importantes: la Venus de Morgantina, desenterrada en 1979 en unas excavaciones clandestinas en Sicilia, y el Atleta de Lisippo, hallado en 1964 por unos pescadores frente a las costas de Pesaro.
El Museo Getty niega que la Venus y el Atleta procedan de Italia. "Dicen incluso que sus frescos pompeyanos no son de origen italiano, y yo me pregunto de dónde puede salir un fresco pompeyano si no es de Nápoles", ironizó Rutelli.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de noviembre de 2006