La central nuclear de Cofrentes sufrió ayer la segunda parada automática de este año tras un fallo en un sistema eléctrico de control que desembocó en una subida de la presión en el reactor. Ese aumento activó los mecanismos de seguridad, que detuvieron la instalación.
Según la notificación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el suceso se produjo a las 15.57 de ayer mientras la central funcionaba al 100% de su potencia. Durante la jornada se habían detectado "anomalías" en los instrumentos del sistema de control de presión de la turbina del reactor. Cofrentes acometió una revisión del sistema para "corregir" la deficiencia, que se detectó al saltar una protección eléctrica. Según explicaron fuentes del CSN, al reponer esa protección -similar al hecho de levantar un interruptor que ha saltado en el cuadro eléctrico de una vivienda-, el sistema de la central registró una disminución de la potencia del reactor nuclear que en realidad no se había producido, pero que provocó el cierre automático de las válvulas que permiten la entrada de vapor a la turbina para generar electricidad. Al cerrarse las válvulas y retenerse vapor en el reactor, se produjo un aumento de presión que provocó finalmente la parada automática de la central. Cofrentes añadió que durante la revisión del sistema de control se produjo un "contacto" eléctrico, lo que hizo reaccionar al sistema de seguridad.
Paralelamente, otras dos válvulas "no relacionadas con la seguridad" y que controlan el nivel del reactor en la parada y el caudal de agua que se inyecta al mismo, no funcionaron "según lo previsto". Fuentes de Cofrentes explicaron que las válvulas no recibieron la señal eléctrica que las activa.
Tanto el CSN como la central de Cofrentes restaron importancia al suceso y destacaron que los sistemas de seguridad funcionaron correctamente. La instalación propiedad de Iberdrola preveía arrancar durante la noche o el día de hoy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de noviembre de 2006