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Análisis:A LA PARRILLA

Be water, Risto

Parece que en OT (Tele 5) no quieren que nada opaque a los verdaderos protagonistas del programa: los anuncios publicitarios. Las tres horas de la gala dominical dan para mucho. Sobre todo si el presentador, un curtido y habilísimo Jesús Vázquez, es capaz de encadenar uno tras otro todo tipo de productos: desde móviles, relojes, coches y discos hasta a sí mismo en otro programa de la cadena. Todo eso mientras repite machaconamente a los espectadores que llamen o manden mensajes para votar por sus cantantes favoritos.

Los sufridos concursantes se pasan toda la semana llorando, planteándose preguntas existenciales, ensayando coreografías y canciones, les gusten o no. Los profesores hacen lo suyo consolando a los confundidos y hablándoles de un futuro prometedor en la música. Luego llega la gala y el jurado.

Esta temporada, el jurado cuenta con un personaje diabólico: Risto Mejide. Un publicitario cínico y directo que ha sembrado el escándalo en OT. No tiene pelos en la lengua. Llama producto a los concursantes y hace comparaciones a veces humillantes sin que ellos tengan la oportunidad de responder. También ha criticado agriamente a los profesores y directores de la Academia culpándolos de la escasa calidad de las interpretaciones. El pasado domingo admitió que éstos habían rectificado, pero arremetió contra los estilistas de los concursantes "que las visten a ellas como putas y a ellos como payasos". El público silbaba como diciendo: ¡No toques a mi triunfito! El presentador y los profes intentaron apaciguarlo. Edith le recomendó "agüita y jabón en la boca". Jesús Vázquez quiso templarlo con un "Be water, my friend". Es cierto que este reality pinta "la vida en rosa" a los concursantes. Es un irreality. Y Risto les pone los pies en el suelo. Buenafuente (Antena 3) ya ha creado un personaje paródico: Risto Mejode. La bronca que podría servir para subir la audiencia de los espectadores-hiena no conviene. Mejor conservar felices a los maleables fans me-lo-como-todo. ¡Que viva el consumismo!

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de noviembre de 2006