Tres familias que residen en un bloque de viviendas de la calle del Progrés de Olesa de Montserrat (Baix Llobregat) pasaron la noche de ayer en casa de sus familiares y en un hotel facilitado por el Ayuntamiento después de tener que abandonar rápidamente sus domicilios. El desalojo se produjo tras descubrir un gran agujero en la pared que separa el edificio de otro nuevo que se acaba de construir en el solar colindante.
Hacía un año y medio que los vecinos del edificio en construcción se quejaban de que las obras habían provocado numerosas grietas. Los problemas empezaron cuando la constructora derribó la casa que ocupaba el solar. El vecino de los bajos incluso tuvo que apuntalar su vivienda. "Técnicos del Ayuntamiento vinieron a revisar el edificio y nos dijeron que no había peligro", explicaba ayer Trini Camprubí, hija de la pareja de ancianos que reside en el segundo piso.
Los vecinos aseguraron que la promotora que se encarga de las obras es la responsable del derrumbe, a finales de septiembre, de una casa en la calle de la Creu Reial del municipio, ya que en el solar de al lado también estaba construyendo pisos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de noviembre de 2006