Las obras que realiza Interior en el edificio que era de Aguas de Barcelona y que será la futura sede del departamento han tenido una primera consecuencia: la destrucción del mural de Carles Madiroles que se hallaba junto al bloque. La destrucción se ha llevado a cabo con plena conciencia de lo que se hacía porque Interior consultó antes al Ayuntamiento de Barcelona, que le respondió que la obra no tenía "valor patrimonial alguno". Los responsables de Interior hicieron todavía un último intento y escribieron a Aguas de Barcelona, que tampoco mostró interés en la obra, de modo que ha sido destruida. El autor no ha sido informado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de noviembre de 2006