El mundo de la danza despidió ayer emotivamente al coreógrafo Gilberto Ruiz Lang, que falleció el pasado lunes a los 58 años víctima de una larga enfermedad. Gilberto Ruiz Lang era mexicano, pero barcelonés de adopción. Llegó a Barcelona a finales de los años setenta. Entonces en la ciudad comenzaba la ebullición de la danza contemporánea y él se convirtió en una de sus figuras más destacadas.
En el Institut del Teatre formó a toda una generación de bailarines y coreógrafos. Los bailarines de las compañías más destacados fueron alumnos suyos; Heura, el Ballet Contemporani de Barcelona, la Cia. Mar Gómez, Bubulús y Metros, por citar algunos grupos. Su trabajo como coreógrafo le llevó en 1980 a ganar el primer premio de los festivales de Bagnolet y Colonia con su inolvidable Passacaglia, con música de Händel, que bailó el Ballet Contemporani. Gilberto, un hombre afable y simpático, había formado parte del Ballet Nacional de México.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de noviembre de 2006